Juegos alimentados por el odio
Los mejores juegos sumergen a los jugadores y aprovechan emociones como el asombro o la tristeza. Títulos como DOOM: ETERNAL se centran en la ferocidad con una jugabilidad que alimenta la adrenalina a través de combates brutales y una banda sonora intensa. Los canales de God of War III desbordan una satisfacción vengativa, lo que demuestra que la ira, cuando se usa correctamente, mejora la jugabilidad.
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